Cuando tenía como unos 16 o 17 años vi un Suzuki Samurai en la playa, era de color verde y lo que más llamo mi atención aquel día, fue el detalle que no tenía capota. Desde entonces la conexión entre este auto y yo fue instantánea al punto que recuerdo mucho ese día.
Ahora el tiempo ha pasado y sin proponermelo lo encontré y justo como yo lo vi ese día, descapotable solo que no es de color verde, es celeste; el color es lo de menos lo importante es que cumplí un sueño que tenía que tenia desde casi casi la mitad de mi vida.
He tenido que hacerle algunos arreglos para dejarlo más o menos a mi gusto, entre ellos un radio y bocinas, ya que la música es parte fundamental en mi vida, pues hace que los viajes sean más cortos, además me hacen compañía ya que la mayor parte del tiempo viajo solo, pues así tengo tiempo para pensar y reflexionar sobre algunas cosas de mi vida o puedo soñar sin limites, eso sin contar que soy todo un Placido Domingo cuando canto, jajajaja. Claro esto según mis oídos.
Hasta ahora lo hemos pasado mas que bien, hemos recorrido algunos miles de kilómetros y siempre fiel, dispuesto a ser testigo de esos viajes en los que no importa nada, solo la ruta, él y yop.
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