Hace mucho tiempo que escuché esta frase. Estoy esperando la casualidad mas grande de mi vida.... Y justamente hace unas semanas atrás la volví a escuchar, en ese instante surge en mi mente la misma pregunta ¿Cuál ha sido o será la casualidad más grande de mi vida?, por su puesto no supe respondermela.
Pero como un dèjavú este lunes pasó.....
Y pasó de la forma que menos me pudé haber imaginado. Todo empezó cuando terminó una reunión muy importante a la que asistí con una amiga, luego nos dirijimos hacia un centro comercial de esta cuidad para imprimir unas fotos, cuando mi celular sonó, era un estadounidense con quien estamos intercambiando idiomas (él mejora mi terrible inglés y yo le ayudo con su español) confirmando nuestra reunión para esta tarde, pero no me sentía con animo como para ir, hablar y beber café. Luego en casa, sentado frente a la caja tonta con un café en la mano y en la otra el control remoto de dicho aparato, mi celular sonó una vez más y esta vez si que fue una sorpresa, se trataba de una mujer que mucho tiempo atrás fuimos novios pero por razones del destino tuvimos que dejarnos y no nos vemos desde el 2002 y sin hablarnos desde el 2004. Fue gracioso cuando ella dijo mi nombre y yo la confundí con alguien más, pero ella me dijo su nombre y de inmediato la recordé.
La primera pregunta obligada fue ¿Cómo obtuvo mi número? aunque si bien es verdad no he cambiado de número desde que decidí comprarme un celular, pero no era lógico pensar que ella lo hubiese conservado, me dijo que buscando unos lugares turisticos en internet una pagina la llevo a otra y por alguna razón una de estas paginas la llevó a mi antiguo trabajo, en donde según mi ex jefe para hacer más atractiva la pagina decidió incluir algunos de nuestros datos personales, en aquel momento no pensé que esto me afectaría, así que no le ví problema alguno en que esto fueran publicados en la pagina. Lo curioso es que ya hace 8 meses que no trabajo en ese lugar y mis datos aún están en la pagina, cuando se me prometió que estos desaparecerían en un mes máximo. Pero que bueno que no fue así. Ya que esto hizo posible responder esta incognita en mi vida.
Hablamos por casi una hora, en la que hicimos un breve resumen de nuestras vidas en general. Claro que prometimos repetir esta experiencia y quizá algún día tomarnos un café y poder vernos físicamente y darnos un fuerte abrazo.
Para iniciar una amistad, solamente eso una amistad.
