Después de estar trabajando duro durante estos tres días, me dí cuenta que hay algo que disfruto mucho.
El conducir solo oyendo música y como compañero de viaje la carretera, realmente es lo que más me gusta, en especial cuando no se tiene un lugar especial, pues solo el hecho de estar rodando por el asfalto me hace tan feliz y para no sentir el camino llevar música, ya que esta no solo hace que el camino sea mas corto sino que me ayuda a no extrañar o pensar pues que necesito un compañer@ en el asiento del copiloto, mas bien todo lo contrario.
Y como he decidido viajar ligero no llevo mas que mi fiel bitácora y un lapicero para estar pendiente de anotar todos esos momentos que llenan de magia mi vida o que simplemente deseo grabar en papel aunque claro luego no recuerde de qué estoy hablando, pues me gusta escribir todas estas cosas como su fuesen cuentos.
No me importa si tengo que manejar todo el día, pues al final del día puedo recuperarme durmiendo un poco y estar así listo para seguir rodando al día siguiente. Si bien es cierto tenía mis sospechas de que me gustaba, finalmente lo comprobé ahora que tengo a mi compañero de batallas y de aventuras.
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