Este fin de semana se suponía que sería muy especial, pues la familia celebraría un el primer año de vida de nuestro miembro mas jóven.
Pero la suerte ya estaba echada y al final todo se opaco por un terrible accidente, en el que una de mis tías (la hermana mayor de mi madre) quien viajaba con su único hijo, su nuera, mi primo, un amigo de este, mi hermana y su hijo de casi dos años, volcaron aparatosamente en el microbus que los conducía desde la capital hacia este lugar. Todo fue tan sorpresivo pues quien se suponíamos era el más afectado fue protegido por una ANGEL y no sufrió ningún rasguño. Los demás solo resultaron con golpes y heridas leves, pero menos uno; mi tía; quien despues de dar batalla finalmente no la ganó a la muerte y al final fue ella quien puso fin a su dolor causado por 8 fracturas incluyendo una en el craneo y daños en la vejiga.
Este suceso nos enseñó que realmente tenemos a buenos, muy buenos amigos quienes nos brindaron su apoyo no solo moral, sino que también en lo legal ya que la policía hizo su trabajo y tomo preso a mi primo quien venía conduciendo el auto donde ocurrio el accidente.
Cada día que pasa el dolor disminuye, pero no el recuerdo pues hay mucho de ella en donde quiera que yo mire.
Siempre me gusta decir que cuando alguien muere o nace en el cielo también nace una nueva estrella en el cielo. Que es finalmente nuestra verdadera casa.
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