UN VIEJO CAPRICHO

Ayer por la tarde, luego de salir de U decidí ser buen hijo y fui a comprarle a mi madre su medicina y justo a un lado de la farmacia está una heladería y por un instante me detuve a pensar. "Hace mucho tiempo que no me como uno de estos" ; luego de revisar mi bolsillo y descubrir que si tenía un dinero extra, me dispuse a entrar y comprarme uno de estos y tal cual como niño grande me dispuse a disfrutar la tarde sentado en una de las bancas del parque, sin pensar en nada ni nadie; ni las cuentas, ni los problemas. En fin me sentí tan libre como en esos días en los que conseguir 20 quetzales era similar a robar un banco.

Así que de ahora en adelante pienso en complacerme todos aquellos caprichos que de niño les hacia a mis padres, solo que esta vez no tengo que llorar ó esperar tanto para obtenerlos.